I'm in Wonderland

Siempre pienso en seis cosas imposibles antes de desayunar...

¡Perdón! No pensé que...

Ahí está la diferencia... si no piensas, no hables















martes, 8 de marzo de 2011

Supongo que sin sobresaltos

La verdad es que hoy no se muy bien qué escribir...
A partir de ahora voy a tener que medir mis palabaras, y hacer aclaraciones entre paréntesis por cada cosa que diga, no vaya a dar lugar a malentendidos...
Creo que aquí me puedo desahogar y decir lo que siento, quizña la forma en la que lo haga no se ala correcta y la forma en la que lo digo no sea la más adecuada y puede que solo yo entienda el verdadero significado de lo que quiero decir porque las ideas están en mi cabeza, así que lo siento si se interpreta mal, pero no voy a cambiar mi forma de decir las cosas, porque aquí escribo tal y como me sale de la cabeza, sin pararme a pensar si está bien o mal.
¿De verdad te sorprende tanto que me molestara lo de ayer?
Vamos, yo pienso que es bastante comprensible, sino cuentan contigo, pues normal que te cabrees, pero como ya te he dicho no tienes que preocuparte que ya me he buscado un plan alternativo, me iré a Madrid con ellas y será una tarde de chicas.
Por cierto, mañana le doy el dinero a una migo y va a por las entradas del concierto, SIIII, voy a ir, no me creo que vaya a venir a España y yo vaya a ir a su concierto *-*
Me he dado cuenta de que si una canción empieza con piano y el piano me gusta, tiene todas las papeletas para que la escuche.
Hoy en mi clase se han disfrazado, las risas que nos hemos echado jajaja, ver a Carlos vestido de payaso en dibujo técnico ha sido un puntazo, hasta la profesora se partía, pero para variar la de filosofía ha tocado los cojones y les ha hecho quitarse el disfraz.
No se que pasará el fin de semana, por una parte quiero estar con él, pero como hizo sus planes ahora quiero yo hacer los mios, es un juego infantil y estúpido, pero ultimamente, creo que solo pienso en comportarme como una niña pequeña, me gustaría tirarme al sule y empezar a patalear y llorar hasta que me hicieran caso.
Supongo que acabaremos uniendolos, pero no se...

Hasta mañana, no creo que merezca la pena contar nada más.

Y que la conversación se acabe cuando él diga para variar, sin importar si tengo algo más que decir, con una despedida fria y distante que deja un sucio sabor de boca a poco y a ganas de más, con ganas de decir y callar por miedo a la respuesta.

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